Por qué la diabetes y COVID-19 es tan peligroso

Después de contraer COVID-19, El papá de Olga Chalfant, Michael, estuvo a punto de morir, no porque el virus le cerrara los pulmones, sino porque su diabetes se salió de control. Mientras estaba en la unidad de COVID-19 en un hospital de la ciudad de New York, la glucosa en sangre del emigrante ruso de 74 años se disparó a niveles peligrosos. Las fluctuaciones de glucosa en su sangre se volvieron aún más graves después de que lo mandaron a casa, dice Chalfant, quien tradujo para su padre cuando estuvo enfermo.

"Ese es el efecto COVID", dice Ruth Horowitz, MD, jefa de la división de endocrinología y metabolismo de Greater Baltimore Medical Center, que no fue parte del equipo de cuidado del padre de Chalfant, pero que ha manejado la compleja cascada de síntomas que se desarrollan en muchos pacientes diabéticos enfermos de COVID-19.

Para Cody Wessel, de 36 años, la pandemia desencadenó una crisis de diabetes de otra clase:

Varios meses después de haber sido despedido en marzo, el residente de St. Louis perdió su seguro médico, obligándolo a comenzar una campaña de GoFundMe para recaudar los $1,600 por mes, que es un aproximado de lo que necesita para cubrir los costos de su insulina y suministros.

Y María León, de 54 años, se sintió abrumada cuando fue diagnosticada con diabetes en mayo, mientras que en su comunidad del este de Los Angeles la pandemia tuvo un crecimiento acelerado.

Obtener los diversos medicamentos y pruebas que se hacían necesarios fue bastante difícil, pero las preocupaciones sobre la exposición al virus cuando salió de su casa le dificultaron hacer ejercicio o encontrar productos saludables y asequibles que León necesitaba para seguir una dieta saludable para el control de su enfermedad.

En las personas con diabetes tipo 1, el sistema inmunológico ataca y destruye por error las células productoras de insulina en el páncreas. Sin insulina, el cuerpo no puede convertir el azúcar en energía, lo que provoca una acumulación de azúcar en la sangre. En la diabetes tipo 2, el páncreas no puede producir suficiente insulina para procesar la glucosa o el cuerpo se ha vuelto insensible a la insulina que produce el páncreas. Aunque las causas del tipo 1 y del tipo 2 son diferentes, ambas enfermedades tienden a requerir cambios en el ejercicio y los hábitos dietéticos, medir con frecuencia los niveles de glucosa en sangre y, a menudo, tomar insulina u otros medicamentos. Sin esos pasos, los niveles no controlados de la glucosa en sangre pueden provocar enfermedades cardíacas, daño a los nervios, ceguera, enfermedad renal y más.

Los negros e hispanos son más propensos que los blancos a decir que la pandemia les ha dificultado el pago de los medicamentos y suministros para la diabetes.
ENCUESTA DE JUNIO DE 2020 DE CONSUMER REPORTS.

Pero, como muestran las experiencias del padre de Chalfant, Wessel y León, la llegada del coronavirus ha multiplicado esos desafíos. Como resultado, muchos de los 34 millones de estadounidenses con diabetes (aproximadamente 1 de cada 10 personas) y 88 millones con prediabetes (aproximadamente 1 de cada 3 adultos) en estos momentos pueden estar luchando por su vida en más de una forma.

Complicaciones de COVID-19

“Hay algunas cosas que son muy particulares de la diabetes y COVID”, dice Horowitz.

Por un lado, tener diabetes, especialmente si los niveles de glucosa en sangre no están bajo control, el riesgo de complicaciones por la COVID-19 e incluso de muerte, aumenta significativamente. Un análisis de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de 2,681 personas menores de 65 años que murieron con COVID-19 encontró que casi la mitad de ellas también tenían diabetes.

Los médicos también observan hoy en día un aumento en la resistencia a la insulina (una incapacidad para usar la insulina para absorber la glucosa) en pacientes con diabetes y COVID-19, causando así que los niveles de glucosa en sangre se disparen.

Además, los médicos están informando de casos de cetoacidosis por primera vez, una complicación de la diabetes en la que el cuerpo descompone la grasa en lugar de la glucosa para obtener energía, lo que resulta en una acumulación potencialmente mortal de ácidos en la sangre.

Otro motivo de preocupación: La COVID-19 y los esteroides, que a veces se usan para tratarla, pueden causar niveles peligrosamente altos de azúcar en la sangre, dice Brenda Swanson-Biearman, DNP, enfermera titulada y profesora asistente en la Escuela Rangos de Ciencias de la Salud de la Universidad de Duquesne en Pittsburgh. Chalfant sospecha que eso contribuyó al aumento de los niveles de glucosa en sangre de su padre cuando estuvo enfermo.

Investigaciones más recientes incluso sugieren que la COVID-19 puede desencadenar diabetes en algunas personas que aún no tienen la enfermedad.

Las nuevas investigaciones sugieren incluso que COVID-19 puede desencadenar la diabetes en algunas personas que aún no tienen la enfermedad. "La COVID-19 ha tenido un impacto profundo y sin precedentes en el control glucémico en muchos pacientes con y sin antecedentes conocidos de diabetes”, dice Joshua Miller, MD, director médico de atención de la diabetes en Stony Brook Medicine en New York. "Los requerimientos de insulina [cuando se tiene COVID-19] se han salido de control con muchos pacientes".

Es más, la diabetes a menudo va de la mano con otros problemas de salud que hacen que sea más difícil luchar contra la COVID-19, como la obesidad, enfermedades cardíacas y enfermedades renales, muchas de las cuales pueden afectar el flujo sanguíneo.

Eso es un problema, dice Arti Thangudu, MD, endocrinólogo de Complete Medicine en San Antonio, porque “cuando estás tratando de curar una infección [como COVID-19], necesitas todas las buenas propiedades curativas que fluyen en la sangre".

Las tasas de diabetes son especialmente altas en personas de raza negra, hispanas e indígenas, una de las posibles razones por las que estos grupos se han visto afectados de manera desproporcionada por la COVID-19. Su tasa de mortalidad por COVID-19 es más de 3 veces mayor que la de los blancos de la misma edad, según un análisis de APM Research Lab.

Las personas de color también enfrentan más obstáculos al tratar de controlar la diabetes. Una nueva encuesta de Consumer Reports a 2,911 personas que tienen diabetes o viven con alguien que la padece encontró que los hispanos reportan más dificultades para encontrar alimentos saludables con más frecuencia que los blancos. Y las personas de raza negra e hispanas dicen que, debido a la pandemia les ha sido difícil poder pagar los medicamentos y suministros para el control de su diabetes, como monitores de glucosa y tiras reactivas.

No sorprende, entonces, que la encuesta de CR haya encontrado que las personas de raza negra e hispanas con prediabetes o diabetes son mucho más propensas que las personas blancas a decir que están extremadamente preocupadas por enfermarse de COVID-19.

Con gran frecuencia, "ser rico significa estar saludable" dice Andrew Boulton, MD, presidente de la Federación Internacional de Diabetes. En pocas palabras, es probable que los grupos y comunidades con más recursos tengan una mejor atención médica y tengan más oportunidades de cuidar su salud.

Esta convergencia de la crisis (la pandemia, la conexión entre el coronavirus y la diabetes y las desigualdades en la atención médica) ha hecho que la solución de los problemas respecto a la atención de la diabetes sea más urgente que nunca.

Si bien las soluciones a algunos de estos problemas podrían resolverse en un futuro, varias estrategias pueden ayudarte hacer los cambios alimentarios y también poder pagar por los medicamentos y suministros necesarios para controlar la enfermedad. Abajo encuentras consejos específicos para controlar la diabetes durante la pandemia.  

Como mantener la diabetes bajo control durante la pandemia

Usa una mascarilla. Lávate las manos. Mantén la distancia social. Esos consejos que todos conocemos para evitar la COVID-19 son especialmente importantes para las personas con diabetes, dice Leonor Corsino, MD, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke. Mantener la diabetes bajo control también es más crucial que nunca: Las personas con niveles altos de glucosa en sangre tienen más probabilidades de necesitar ventilación mecánica o de morir.

“Quería estar seguro de que estaría cubierto en términos de mi insulina y mis equipos de infusión, reservas y sensores que necesito para controlar mi diabetes”.

HASA KINGO

Residente de New York quién luchó para controlar su diabetes tipo 1 durante los días iniciales de la pandemia.

Pero la pandemia ha dificultado poder controlar la diabetes (tipo 1, que generalmente surge temprano en la vida, y el tipo 2, que suele desarrollarse en la edad adulta). Hasa Kingo, un abogado de 35 años en la ciudad de New York, dice que permanecer en su hogar la primavera pasada, mientras hacía malabares con el cuidado de sus hijos y manejaba el estrés de vivir en lo que entonces era el epicentro del coronavirus hizo que poder ejercitarse le resultara problemático, lo que provocó que sus niveles de azúcar en sangre se elevaran.

Si enfrentas desafíos similares, los expertos han identificado 3 pasos clave a seguir.

Pide que te lleven tus medicamentos y suministros a casa."Si no tienes que salir, quédate en casa", dice Corsino. En lugar de ir a la farmacia, procura hacer los arreglos para disponer de un suministro de tus medicamentos para 90 días y entrega a domicilio.

Doug Hoey, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, dice que casi todas las farmacias independientes ofrecen servicio a domicilio y opciones para recoger los pedidos en la acera. Algunas tiendas CVS, Walgreens y Walmart también ofrecen servicio de recogida en el vehículo, y pueden hacer envíos gratuitos.

Asegúrate de mantenerte en movimiento.

El 34% de las personas en la encuesta de CR dijo que la pandemia ha hecho que sea más difícil hacer ejercicio. Si bien estar al aire libre es generalmente seguro si usas una mascarilla y mantienes la distancia social mientras estás con otras personas, no todos tienen acceso. Los educadores en diabetes sugieren establecer un área de entrenamiento en casa. ¿No tienes pesas? Considera hacer un entrenamiento de peso corporal (por ejemplo, flexiones).

Para hacer cardio, prueba una clase de ejercicios en Zoom o un video de entrenamiento gratuito de YouTube, o hazlo con un videojuego de baile o deportes, como Zumba Fitness.

El 32%
de las personas dice que, debido a la COVID-19 se le ha dificultado (o a un miembro de la familia) ir al médico para recibir atención relacionada con la diabetes.
ENCUESTA DE JUNIO DE 2020 DE CONSUMER REPORTS.

Asiste a tus citas médicas.  Casi un tercio de las personas en la encuesta de CR dijo que COVID-19 les dificultaba acudir a las citas médicas para recibir atención. En algunos casos, esto se debió a preocupaciones sobre salir de casa. 

Para muchas personas, los servicios de telemedicina les brindó una solución. Pero, especialmente en el caso de algunas   personas de raza negra e hispanos, la crisis reveló una brecha digital sustancial, dice Corsino - falta de equipo informático o acceso a Internet. “Desafortunadamente, muchos de nuestros pacientes provenientes de minorías no pudieron ver a un proveedor a pesar de que la telemedicina estaba disponible”, dice.

Mientras que en los primeros días de la pandemia muchas personas se mantuvieron alejadas de los consultorios médicos incluso por problemas de salud graves; los expertos ahora enfatizan la importancia de continuar recibiendo atención durante la crisis. Y los proveedores han aprendido mucho sobre cómo prevenir la propagación de COVID-19 en ámbitos de atención médica. “La mayoría de las instituciones tienen un protocolo muy estricto para los pacientes que optan por ser atendidos en persona”, dice Corsino. Llama al consultorio de tu médico para conocer los detalles.

Establece un plan de atención para la diabetes. Anote los medicamentos que tomas, incluidas las instrucciones de dosificación de insulina, y guárdalo en un lugar de acceso fácil. De esa manera, si contraes COVID-19, tus familiares o amigos pueden informar a tus médicos sobre tu plan de tratamiento para la diabetes y, si estás en casa, ayudar a mantener tu azúcar en sangre bajo control. Si terminas en el hospital, informa al personal sobre tu diabetes y solicita una consulta con un endocrinólogo, si es posible. Thangudu, el endocrinólogo de San Antonio, dice que cuando los médicos de cuidados intensivos se concentran en combatir el COVID-19, es posible que el nivel de azúcar en la sangre de un paciente no sea "lo más urgente en ese momento, así que creo que se olvida a menudo". Pero solicitar un endocrinólogo en el hospital puede ser vital para mejorar los resultados de COVID-19.

Pregunta en el hospital sobre monitores continuos de glucosa en sangre (CGM). Estos dispositivos tienen un pequeño sensor insertado debajo de la piel que lee los niveles de glucosa en sangre de forma continua y un pequeño transmisor que envía las lecturas a un receptor, que puede mostrar las lecturas. La información también se puede enviar a un teléfono inteligente o computadora. En la primavera, la FDA emitió una nueva guía que facilita a los hospitales el uso de CGM para controlar el azúcar en la sangre de los pacientes ingresados con COVID-19 en lugar de usar medidores de glucosa tradicionales con punción digital. Los dispositivos permiten que el personal del hospital controle el azúcar en sangre de manera constante y remota, sin tener que ingresar a las habitaciones de los pacientes, preservando así el equipo de protección personal. Los CGM “nos darían una historia más completa sobre el control glucémico general del paciente en el hospital”, dice Miller, de Stony Brook Medicine, que utilizó CGM para este propósito.

Manténte en contacto con tu médico mientras te recuperas del COVID-19. Los médicos suelen recetar esteroides a las personas con COVID-19 porque el medicamento puede mejorar la supervivencia en personas con síntomas graves. Pero los esteroides también pueden causar grandes picos de glucosa en sangre. “Hemos visto algunos pacientes que han requerido dosis extraordinariamente altas de insulina para controlar sus niveles de glucosa en la unidad de cuidados intensivos que tienen COVID”, dice Horowitz, en Greater Baltimore Medical Center. Y algunas personas con diabetes han necesitado insulina por primera vez. Pero si la dosis de insulina no se controla cuidadosamente mientras las personas dejan de tomar esteroides, puede causar niveles peligrosamente bajos de azúcar en sangre.

Eso es lo que Chalfant cree que le pasó a su padre. Los esteroides recetados en el hospital hicieron que su glucosa se disparara "completamente fuera de control", dice ella. Pero la insulina recetada para reducir sus niveles de glucosa en última instancia hizo que sus niveles de azúcar en sangre se desplomaran cuando regresó a casa, lo que le hizo perder el conocimiento. "Gracias a Dios que mi mamá estaba allí" para llamar al 911, dice Chalfant, y los paramédicos pudieron reanimarlo.

"Desde el punto de vista logístico, es muy difícil enseñarle a alguien cómo usar la insulina cuando está muy enfermo", dice Horowitz, que es una de las razones por las que sugiere que las personas pidan a su proveedor de atención médica instrucciones claras al momento del alta del hospital y luego se mantengan cerca contacto mientras se recupera del virus, hasta que se estabilicen.

 

Nota del editor: Este artículo también apareció en la edición de enero 2021 de la revista de Consumer Reports.