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Cuando compras una casa, es normal tener miedo de que algo salga mal. A lo mejor, apenas te hayas mudado, vas a descubrir que el refrigerador se descompuso o que la tubería ha convertido el sótano en una alberca. Los anuncios de televisión en esta época del año ofrecen una forma de protegerse contra tales calamidades: te sugieren que compres una garantía de vivienda.

Dichas garantías están diseñadas para cubrir todo lo que no cubren las pólizas de seguro de vivienda. En realidad, son contratos de servicios que prometen pagar el costo de reparación o el reemplazo si los artículos cubiertos, como electrodomésticos, plomería y sistemas de calefacción y aire acondicionado, dejan de funcionar.

Para tener más seguridad, una garantía para el hogar puede brindarte tranquilidad si las cosas salen mal. Pero también debes tener en cuenta que los proveedores de estos planes tienen un margen de maniobra integrado, que puede facilitarles el hecho de no tener que realizar los pagos. Como resultado, los consumidores se han quejado ante la Oficina de Buenas Prácticas Comerciales (Better Business Bureau, BBB) acerca de las garantías, sobre todo porque no obtuvieron los desembolsos o indemnización que esperaban, según Katherine Hutt, portavoz de la BBB.

Una alternativa a comprar un plan de garantía sería hacer tu propio seguro. Consumer Reports ha recomendado durante mucho tiempo que los consumidores depositen el dinero que, de otro modo, gastarían en una garantía de vivienda o un contrato de servicio en una cuenta de ahorro dedicada a la reparación y al reemplazo de productos. De esta forma, no correrán el riesgo de pagar un plan que puede no proporcionar la cobertura que esperaban.

Si estás pensando en comprar una garantía de vivienda, el primer paso debe ser evaluar la probabilidad de que puedas usarla. Hay muchas limitaciones: generalmente, no cubren elementos no mecánicos como las ventanas o la estructura de tu casa.  

Además, ten en cuenta que, si vas a comprar una casa nueva, es probable que los elementos en el interior estén todavía cubiertos por la garantía del fabricante y la garantía del constructor, dice Edgar Dworsky, un abogado de los consumidores que dirige el sitio web Consumer World. Tendrás una mejor razón para considerar una garantía de vivienda si tu casa y los electrodomésticos son más viejos.

Preguntas que debes hacer

Antes de comprar una garantía de vivienda, haz estas preguntas:

1. ¿Ya tengo protección? Si pagaste los electrodomésticos con una tarjeta de crédito, puedes estar cubierto, dice Dworsky. Algunas tarjetas de crédito, como la mayoría de las tarjetas American Express, duplican automáticamente la garantía del fabricante (por lo general hasta 12 meses) en los artículos que compres con la tarjeta. Otras, como la tarjeta Citi Double Cash, brindan una protección adicional de 24 meses sin importar cuánto tiempo dura la garantía del fabricante.

2. ¿Cuánto costará? La respuesta depende del tipo de plan que compres y del proveedor que elijas. En general, puedes comprar uno de los 3 tipos de planes: una garantía de vivienda para un electrodoméstico en particular, para todos los electrodomésticos, o para los electrodomésticos y para los sistemas eléctricos y de plomería.

Los precios varían según la cobertura que elijas. En American Home Shield, por ejemplo, un plan que cubre la mayoría de los electrodomésticos grandes cuesta $200 al año, y un plan que también incluye los sistemas eléctricos y de plomería del hogar cuesta más de $800.

Además del costo del plan, es probable que haya gastos adicionales. Cuando surjan inconvenientes, también tendrás que hacer un copago cada vez que un contratista entre para hacer el trabajo. Los honorarios oscilan entre $60 y $125, de acuerdo con el trabajo que se necesite hacer y con los planes que examinamos.

3. ¿Tengo claro qué cubre la garantía? Hutt, del BBB, dice que la mayoría de las quejas que reciben se debe a que los consumidores no comprenden la cobertura que ofrecen sus planes. En conclusión: asegúrate de leer los términos y condiciones cuidadosamente. Cuando examinamos los planes de garantía de vivienda, descubrimos que algunas pólizas cubrirán el refrigerador, pero no la máquina de hielo que viene con este. Otras pólizas pueden cubrir el calentador de agua, pero no el tanque de agua en sí.

A veces, el dispositivo no estará cubierto si se descompone en determinadas circunstancias. Un horno, por ejemplo, puede no estar cubierto si deja de funcionar mientras está en modo de autolimpieza o si se daña por una sobretensión, de acuerdo con los planes que examinamos.

La manera en que cuidas los electrodomésticos también importa. Si no realizaste el mantenimiento de rutina o si el electrodoméstico no se instaló correctamente, el proveedor de la garantía de vivienda podría negarse a pagar las reparaciones. Incluso podría haber una condición preexistente (aunque no haya sido evidente para ti cuando compraste la garantía de vivienda) que le permite al proveedor no cubrir el artículo.

4. ¿Se reparará o reemplazará un artículo descompuesto? La mayoría de las garantías de vivienda establecen que, si una reparación se considera demasiado costosa, el proveedor podría ofrecer reemplazar un artículo descompuesto. En esa situación, la compañía de garantía de vivienda solo puede proporcionarte el valor depreciado, lo que exige pagar más para obtener el mismo modelo que tenías antes.

5. ¿Existen límites en cuanto al pago proporcionado por un plan? Sí, pero depende del tipo de plan que compres y del proveedor. El plan de la empresa America's 1st Choice Home Club, por ejemplo, paga hasta $2,000 durante un período de membresía de 12 meses para acceder, diagnosticar, reparar o reemplazar un artículo cubierto. A menos que se indique lo contrario, pagarás un máximo de $10,000 por todos los artículos cubiertos.  


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