La prueba

Después de que Stephanie Nickolas supo que un compañero de trabajo de su esposo dio positivo a la COVID-19, ella decidió hacerse la prueba para saber si ella tenía la enfermedad o anticuerpos que pudieran revelar si ella había tenido la infección.

Nickolas, de 45 años, fue a CityMD, una cadena de centros de urgencias, cerca de donde vive en Brooklyn, N.Y., que encontró anunciado como un lugar que hace pruebas gratis en el sitio web gubernamental de la ciudad de New York. 

Nickolas, maestra de ciencias de secundaria, se sintió aliviada cuando ambas pruebas dieron resultado negativo. Pero un mes más tarde, Nickolas se sorprendió al recibir una factura de $300 de CityMD. Ella ingresó al sitio web de la aseguradora y buscó la reclamación y vio que la compañía ya había pagado a CityMd. Cuando ella contactó a CityMD para preguntarles por la factura, le dijeron que era un error y que lo ignorara.

“Yo estaba muy molesta cuando recibí la factura,” dice Nickolas, que está dando clases de verano de forma remota. “El gobierno les dice a todos que se hagan la prueba y dice que no tiene costo. Hice lo correcto y me aseguré de estar sana para poder salir. Sentí que CityMD estaba usando la pandemia para ganar mucho dinero”.

CityMD no respondió la solicitud de Consumer Report para comentar acerca del problema de facturación de Nickolas, pero en su sitio web dice que no cobran copagos por las pruebas de COVID-19 y que no se facturan las pruebas de laboratorio.

Estos problemas de facturación como el de Nickolas no se supone que deberían pasar. El congreso ordenó pruebas de COVID-19 gratis como parte de dos paquetes de ayuda por el coronavirus, firmada como ley en marzo, la Ley de Respuesta al Coronavirus las Familias Primero y la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus.

Estas leyes requieren que las aseguradoras cubran las pruebas para la COVID-19 y de anticuerpos médicamente apropiadas sin costo para los consumidores. Según la ley, esto significa que no hay copagos, coseguros y no se necesita cubrir deducibles ni hay cargos por la prueba en sí, como tampoco por la cita con el médico relacionada a esta. El congreso también apartó una cantidad de dinero para cubrir a las personas que no tengan seguro.

Sin embargo, debido a las lagunas legales, los errores de las aseguradoras y los proveedores de atención médica, así como la confusión acerca de lo que está cubierto; algunos consumidores como Stephanie Nickolas están siendo maltratados por facturas médicas imprevistas de las pruebas de COVID-19 que pueden ser por cientos o miles de dólares. Nickolas dice que le preocupa que algunas personas no sepan que las pruebas de coronavirus son gratis o simplemente que no tengan tiempo de disputar la factura.

Aparentemente el problema empeorará a medida que los casos de COVID-19 aumenten de forma desmedida en algunas partes de los Estados Unidos y la necesidad de pruebas se incremente, dice Karen Pollitz, miembro sénior de la Kaiser Family Foundation (KFF), quien es coautora de varios informes sobre el impacto financiero de la pandemia.

Este es otro problema de salud que afecta más a las comunidades de color. Debido a que estos grupos representan una mayor proporción de casos y muertes en relación con su población, en particular en los estados que tienen un aumento en las infecciones y muertes por coronavirus. Un análisis reciente de KFF pronosticó que a medida que la pandemia de COVID-19 se intensifique en el sur y el oeste, es probable que afecte especialmente a las personas hispanas y negras, porque también tienen un mayor riesgo de experimentar síntomas más graves y tienen más impedimentos para acceder a la atención médica.

El costo de hacerse la prueba

Los cargos por la prueba de COVID-19 pueden ser altos. Si bien un análisis reciente realizado por KFF de los dos hospitales más grandes de todos los Estados y Washington D.C., encontró que aproximadamente la mitad de los proveedores de atención médica que publicaron precios de lista para las pruebas de COVID-19 cobran entre $100 y $199, el 19% cobra $200 o más. Mientras tanto, de los hospitales que publicaron precios para las pruebas de anticuerpos, casi el 60% costó entre $50 y $149, mientras que el 16%, $150 o más.

Sin embargo, en muchos casos, según KFF, eso parece ser solo para la prueba en sí y no incluye el costo de los servicios relacionados con las pruebas, como la recolección de muestras y la visita al consultorio para realizar el procedimiento.

De acuerdo con la ley federal, se supone que todos estos costos están cubiertos por su seguro de salud, pero cuando se cometen errores o los consumidores se encuentran en una situación en la que el seguro no cubre el costo, pueden terminar con facturas médicas elevadas, dice Jeanne Pinder , fundadora y CEO de ClearHealthCosts, que rastrea los precios de atención médica en los Estados Unidos y ha ayudado a los pacientes a resolver problemas de facturación médica.

Cuando ClearHealthCosts analizó el problema, se encontraron varios casos de personas que recibieron facturas de centros de atención de urgencia, sitios de pruebas independientes u hospitales que oscilaron entre $125 y $3,000 para la prueba de COVID-19. En 3 de los 4 casos, las facturas se resolvieron después de que ClearHealthCosts investigó, y las personas no tuvieron que pagar por las pruebas.

Los proveedores de servicios de salud y las aseguradoras contactadas por ClearHealthCosts citaron varias razones por las que se cometen errores con la facturación, incluyendo a proveedores que utilizaron códigos de facturación incorrectos y a un paciente que carecía de seguro y no tenía cobertura garantizada por la ley.

¿Qué puede causar que se emita una factura médica imprevista?

Hay varias situaciones en las que las pruebas de COVID-19 y de anticuerpos pueden generar una factura médica, dice Pollitz en el KFF. Estas son algunas circunstancias a tener en cuenta.

Te sales de la red. Si vas a realizarte la prueba con un médico o a un hospital que no esté dentro de la red de tu aseguradora, las aseguradoras deben pagar el precio total que cobra el proveedor. Sin embargo, en un vacío legal, KFF descubrió que, si el precio no se publica y la aseguradora y el proveedor de atención médica no se ponen de acuerdo con el precio de la prueba, podrías terminar con una factura que la aseguradora no cubra. También ten en cuenta que no todos los proveedores de atención médica que ofrecen pruebas aceptan el seguro. En esos casos, tendrás que pagar anticipadamente y luego enviar la factura a tu aseguradora para obtener un reembolso.

Te evalúan para COVID-19 pero no te hacen una prueba. No todos los que van a hacerse la prueba de COVID-19 necesariamente obtendrán una. Un proveedor de atención médica puede ordenar primero una prueba para otros problemas de salud, como neumonía o influenza, y si esa prueba resulta positiva, es posible que no necesites una prueba de COVID-19, lo que podría generar una factura por las pruebas que sí te hicieron.

Kaiser informó un caso en el que una mujer que tenía síntomas similares a los de la COVID-19 recibió una factura después de ir a la sala de emergencias para hacerse una prueba, pero recibió el cobro por la visita a pesar de que el hospital no tenía ningún kit de prueba disponible.

No tienes un seguro integral. Medicare, Medicaid y los planes de seguro privado deben cumplir con las leyes federales sobre pruebas de coronavirus gratuitas. Pero si tienes un seguro de salud a corto plazo, que no cumpla con las regulaciones establecidas por la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio para la cobertura esencial mínima, los requisitos federales para el seguro para cubrir las pruebas de COVID-19 y de anticuerpos no se aplican.

No tienes seguro. Las personas sin seguro médico no tienen la misma garantía que las personas con cobertura para obtener pruebas gratuitas, aunque el Congreso intentó abordar este tema. Bajo las leyes de alivio para el coronavirus aprobadas a principios de este año, el gobierno estableció el Fondo de Alivio para Proveedores. En lugar de enviarte una factura, los hospitales o proveedores de atención médica que brindan servicios de pruebas a las personas sin seguro pueden presentar reclamaciones a este fondo.

Pero no todos los hospitales o médicos conocen dicho fondo o no quieren pasar por la molestia del papeleo para solicitar el reembolso, dice Pinder de ClearHealthCosts. "Es más fácil enviarte la factura a ti", dice Pinder. En este caso, debes apelar la factura. (Consulta abajo para obtener consejos sobre cómo hacerlo).

Tu empleador requiere una prueba. La ley federal se aplica solo a las pruebas de diagnóstico individuales, como cuando buscas tratamiento para síntomas similares a COVID-19 o crees que has estado expuesto a alguien con COVID-19. Sin embargo, otra categoría de pruebas, conocida como pruebas de vigilancia, que se puede hacer para evaluar la prevalencia de la enfermedad en un área en particular o por empleadores que desean evaluar a los trabajadores que regresan a la oficina, no está cubierta por la ley federal.

De acuerdo con los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, las aseguradoras no están obligadas a pagar las pruebas para evaluaciones generales de salud pública o pruebas de detección de COVID-19 en el lugar de trabajo. Los empleadores que requieren que los trabajadores se realicen pruebas periódicas pueden pagarlas, pero su plan de seguro de salud no tiene que cubrir ese costo, lo que puede generar confusión sobre quién es responsable de la factura.

Recibes tratamiento para COVID-19. Si bien la visita al médico y el examen en sí están cubiertos, no hay leyes federales que exijan que las compañías de seguros de salud cubran el costo del tratamiento relacionado con los problemas de salud de COVID-19 si estás asegurado. Si das positivo al coronavirus y recibes tratamiento o eres admitido en un hospital, puedes esperar que se te cobre por la atención médica, y tengas que pagar los deducibles y copagos normales y, si tu proveedor no está en tu red, posiblemente también recibirás tarifas fuera de la red más altas. 

Cómo protegerte

Confirma la cobertura. Para evitar facturas médicas sorpresa, es responsabilidad del paciente trabajar anticipadamente. Habla con tu aseguradora para saber cómo funciona la cobertura y si cubrirá la prueba con el proveedor de atención médica con quien planeas hacértela. Luego llama al proveedor de atención médica para confirmar que no te cobrará.

Verifica los recursos del gobierno. Algunos estados, como New York y New Jersey, que se vieron muy afectados al comienzo de la pandemia, esta primavera invirtieron mucho dinero en la creación de sitios de prueba que ofrecen pruebas gratuitas, independientemente de si se tiene seguro, dice Pollitz. Verifica si tu estado ofrece servicios similares.

Puedes buscar información de contacto del departamento de salud de tu estado en el sitio web de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. El Departamento de Salud y Servicios Humanos, así como algunos gobiernos estatales y locales también se están asociando con farmacias y minoristas, como CVS y Walmart, para proporcionar pruebas gratuitas. Puedes encontrar sitios minoristas en tu estado ingresando al sitio web de HHS. Si no tienes seguro y vas a un lugar que quiere que pagues de tu bolsillo, pregunta al centro o al proveedor de atención médica si enviará la factura al Fondo de Alivio para Proveedores del gobierno en lugar de a ti.

Apela la factura. Si tienes seguro y recibes una factura que no crees que debes, como cualquier factura médica sorpresa, no la pagues de inmediato, dice Pollitz. Será más difícil obtener un reembolso después de que hayas girado el pago. Comunícate con tu aseguradora y proveedor de atención médica para asegurarte de que no se haya cometido un error. Si eso falla, presenta una apelación con tu compañía de seguros. Usa esta guía gratuita de la Fundación de Defensoría del Paciente para obtener más información sobre cómo presentar una apelación. 

Cuidado con las estafas. Las personas que buscan pruebas de COVID-19 y de anticuerpos están siendo víctimas de estafadores a través de llamadas de telemercadeo y redes sociales, y podrían terminar pagando kits de prueba falsos, según la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

En un esquema, los estafadores están ofreciendo pruebas de COVID-19 a los beneficiarios de Medicare a cambio de detalles personales, incluida la información de su seguro. La información personal recopilada se puede utilizar para facturar a Medicare. Si Medicare niega la reclamación de una prueba no autorizada, podrías ser responsable del costo. Solo acude a un médico o proveedor de atención médica de confianza para hacerte la prueba.


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